El favorito de todo niño, la salsa boloñesa para un buen espagueti u otras pastas. Aquí les dejo la receta perfeccionada por mi madre que no es la más tradicional, pero se hace muy rápido y el resultado de sabor es íncreíble. La clásica salsa de carne que fascina a todo el mundo.
Preparación | Cocción | Total |
---|---|---|
30m | 1h | 1h30m |
Poner agua en una olla hasta que esté hirviendo con vigor. Meter los tomates que se quiere pelar en el agua mientras hierve. Dejarlos por 2-3 minutos y retirarlos. Inmediatamente ponerlos en agua helada.
La piel se suelta de la pulpa y se puede retirar fácilmente solo con las manos. Mientras que los tomates no alcanzan a cocinarse, entonces no pierden la textura ni el sabor fresco.
Las recetas tradicionales italianas no piden ajo para la salsa boloñesa. Pero esta receta no se apega a las reglas tradicionales. Si te gusta el sabor que le aporta al refrito, entonces pon ajo.
Si quieres darle más complejidad de sabores a tu salsa, hay que mejorar el refrito inicial que se hace antes de incorporar la carne y los tomates.
Una opción es ponerle más vegetales aromáticos, como: zanahoria, cebolla perla o apio. En mi opinión una buena cantidad de cebolla y zanahoria son suficientes para que el refrito quede súper bien.
Otra manera de mejorar la salsa es haciendo una reducción con algún lacteo. El ácido que aporta la leche en la mezcla ayuda a suavizar la carne, para mejorar su textura, sin cambiar el perfil de sabor. Se puede usar leche deslactosada por si hay algún intolerante en la casa 😉. La forma de acerlo es agregar unos 200ml de leche en la olla cuando la carne molida ya está sellada, y dejar que se cueza hasta que todo el líquido se evapore antes de seguir agregando otros ingredientes.
Finalmente, se pude hacer un proceso similar con vino blanco. Después de sellar la carne molida, se puede desglacear todos los restos de sabor que quedan pegados en la olla. Para esto se agregan 200ml de vino a la mezcla, se incorpora bien asegurandose de limpiar todo el fondo de la olla, y se deja cocinar hasta que la mayoría del liquido se evapore.
Si a tu salsa le chorrea agua o líquidos en general, es porque le faltó cocción. La clave de esta salsa es que la debes cocinar por un tiempo largo después de haber agregado ya todos los ingredientes. De esta manera todos los líquidos extras se evaporan, los componentes se suavizan y los sabores se desarrollan.
Es de verdad muy importante que uses carne molida sin grasa, o con muy poca. El problema es que la grasa no se reduce con la cocción y retirarla mientras se cocina no siempre es fácil.
Los tomates por naturaleza tienen bastante acidez, entonces la salsa puede quedar un poco ácida. Una forma fácil de contrarestar esto es agregarle 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio (baking soda) a la salsa cuando está todavía bien líquida. Solo hay que tener cuidado de no añadir demasiado, porque puede dañar completamente el sabor de la salsa.